Emprender en solitario no es sencillo, las cosas como son. Y aún así, muchos de los que se lanzan a la aventura lo hacen sin otra compañía que la de la ilusión y las dudas.

Yo fui uno de ellos hace mucho tiempo.

Y aunque emprender en solitario es muy similar a hacerlo con otros, también hay diferencias fundamentales que pueden determinar el éxito o fracaso de nuestro negocio.

Por eso, estos son los consejos que me hubiera gustado que me dieran cuando emprendí por mi cuenta y a solas.

1. Elige bien la forma jurídica

En España, un emprendedor solitario puede ser autónomo o constituir una sociedad. Normalmente, esta será limitada y unipersonal (SLU).

Es importante que elijamos bien esta forma jurídica, aunque tampoco ha de estar escrita en la piedra.

Ser autónomo, por ejemplo, te permite comenzar más rápido (puedes facturar un segundo después de haberte dado de alta en la Agencia Tributaria), pero puedes cambiar a sociedad limitada si la situación lo exige.

¿Cuándo conviene una cosa u otra?

Cada situación es distinta y conviene analizar la nuestra en detalle. Sin embargo, los dos casos más interesantes para crear una sociedad son:

  • Vas a endeudarte de manera considerable. Hay que entender que un autónomo responde con todo su patrimonio por deudas contraídas en su actividad económica. Eso no es bueno. La SLU permite tener una responsabilidad limitada a lo que posea la sociedad, cuyo patrimonio está separado del personal que posee el emprendedor en solitario.
  • Vas a facturar mucho. De manera que tributarás por un tipo mayor si eres autónomo que si eres sociedad, con lo que te convendría adoptar la segunda forma jurídica si llegas a cierto nivel de beneficios.

Eso sí, crear una sociedad es más lento y, sobre todo, tiene más trámites administrativos.

2. Empieza por el mercado y prueba rápidamente tu idea

La ventaja principal de emprender en solitario es que puedes ser muy rápido y ágil. No tienes que consultar o negociar con nadie y puedes tomar una decisión y ejecutarla al minuto siguiente.

En un contexto en el que la rapidez y la flexibilidad son cada vez más importantes para competir con éxito, tenemos que hacer de eso nuestra ventaja competitiva.

Lo más importante a entender es que, emprendamos en solitario o no, el mercado en el que nos metamos determina el éxito o fracaso de la mayoría de empresas.

Si emprendemos por cuenta propia, esto es todavía más importante, porque con nuestro pequeño tamaño no podremos influir en cómo se comporta ese mercado.

No pasa nada. Lo importante es probar cuanto antes la idea, exponerla ante dicho mercado, ver su reacción y modificarla según el feedback que recojamos.

En la práctica, eso significa que debemos adoptar la estrategia del Producto Viable Mínimo.

Lo contrario significa trabajar semanas o meses realizando productos que, cuando saques al mercado, nadie querrá.

Por desgracia, esto es lo más común.

Pero si analizamos bien el mercado y aplicamos la estrategia anterior del Producto Viable Mínimo, nos habremos vacunado ante la principal causa de cierre y fracaso entre los nuevos emprendedores (solitarios o no).

3. Separa bien el tiempo de trabajo

Hemos visto la mayor ventaja, vamos ahora con el mayor reto a la hora de emprender a sola.

No acabar quemados.

Algo que por desgracia es demasiado común porque, si emprendes en solitario, seguramente vas a tener que ser el CEO, el vendedor, el informático, el administrativo y contable… Al menos al principio, hasta que tengamos suficiente tesorería.

Hemos de entender que una empresa, cuando comienza, es como un bebé. Es frágil y demanda el 110% de la atención.

Las noches sin dormir son inevitables, pero no se pueden convertir en la tónica general.

Es muy importante que seamos capaces de separar bien el trabajo y el ocio, ponernos horarios y cumplirlos.

Es importante ser profesionales y, aunque tengamos la oficina en casa, compartimentalizar y comportarnos como si estuviéramos en una externa llena de gente.

4. Organízate y aprende sobre productividad

La separación de los horarios de ocio y trabajo debe ir acompañada de un aprendizaje sobre gestión del tiempo y productividad.

Porque uno de los problemas emprendiendo a solas es que tienes todo el tiempo y toda la potestad para usarlo como creas conveniente,pero nadie nos enseña a gestionar eso.

Si no sabemos organizarnos, emplearemos la mayor parte del tiempo en actividades urgentes, en vez de en las importantes.

Y es que una cosa y otra no son la misma, aunque esas actividades urgentes nos «gritan» y parecen que son cruciales.

Cuando nos damos cuenta, hemos empleado una gran cantidad de horas en trabajar, pero los proyectos importantes siguen sin avanzar.

Si en eso se resumen nuestros días como emprendedor solitario, tenemos ese problema de gestión de tareas y tiempo.

Aparte de visitar el enlace que hay al principio de este punto para aprender más sobre productividad personal, esto conecta con el siguiente consejo fundamental para emprendedores solitarios.

5. Aplica el principio del 80/20

Soy un firme creyente en el principio del 80/20. Ese principio, también llamado de Pareto, se resume en lo siguiente para el tema que tratamos hoy:

Tenemos que centrar nuestro tiempo y esfuerzo en el 20% de tareas importantes que nos traerán el 80% de resultados.

En este caso, tenemos una ventaja, sabemos claramente en qué consiste ese 20% de actividades importantes:

  1. Marketing y ventas.
  2. Producto.

Si no estamos empleando el 80% de nuestro esfuerzo y tiempo en esas 2 cosas, no lo estams haciendo bien.

Esto significa que la mayor parte de nuestros días como emprendedor solitario deben consagrarse a:

  1. Llamar a más posibles clientes, crear campañas de marketing y promoción, cerrar ventas y, en general, hacer lo que sea necesario para poner el nombre de nuestra empresa delante de más ojos interesados.
  2. Mejorar la oferta, afinar el producto, crear nuevos para ofrecer a nuestros clientes. La mejora continua es fundamental para crear una oferta irresistible.

El resto de tareas que no pertenecen a ese 20% importante tenderán a ocupar más tiempo del deseable en los días de un emprendedor solitario. Y por eso precisamente…

6. Delega en cuanto puedas las tareas de soporte

Si estás solo, no puedes hacerlo todo. Te van a comer los trámites, vas a tener que aprender de informática porque en la web ocurre esto y aquello… Si emprendes en solitario, inevitablemente vas a ser un hombre orquesta.

Sin embargo, es importante comprender que pagar a otros por hacer esas tareas en las que son expertos (y nosotros no) es una inversión rentable.

Trámites con Hacienda y contabilidad, temas informáticos… en cuanto podamos, hay que delegar.

Eso significa que debemos tener tesorería suficiente para financiar esto. Lo que vuelve a conectar con el siguiente punto.

7. Ata bien el dinero

Eso significa que nuestra empresa debe tener fondos asegurados para operar los primeros meses incluso si no hay ventas, que es la situación más habitual de un nuevo negocio.

Emprendedor solitario o no, lo más importante en este sentido es tener un presupuesto de tesorería bien cuadrado.

Aunque debemos tener a un experto que nos lleve las cuentas y los trámites, como emprendedores hemos de poseer una mínima cultura financiera.

Lo primero es comprender bien el funcionamiento de la tesorería y tener a mano un presupuesto que la controle.

Para todo eso, aquí tiene, totalmente gratis, una herramienta profesional de presupuesto de tesorería.

8. Céntrate en cerrar ventas por encima de todo

No te preocupes por oficina, logos, imagen de marca y otras cosas que no sean la venta. Especialmente al principio.

Cuando veo a un emprendedor que se preocupa de esas cosas y apenas ha pensado en cómo o a quién va a vender, ya sé que estoy ante alguien que, seguramente, cerrará en breve.

¿Lo ideal cuando nos planteamos emprender en solitario? Cierra ventas casi antes de cerrar los trámites de constitución.

Ventas, ventas y ventas, no me canso de repetirlo.

Vamos a tener que vencer el miedo a vender y vamos a tener que movernos desde antes del día 1. Recordemos que las ventas forman parte de ese 20% importante que nos traerá el 80% de resultados.

9. Busca a otros y genera una red de contactos

Emprender en solitario no significa que lo hagas todo a solas. Mas que nada, porque eso es imposible.

Hay que crear una red de contactos y buscar a otros que formen un círculo de confianza.

Uno de los principales problemas de emprender en solitario es que solo tienes una perspectiva. Eso suele dar una imagen errónea de lo que tienes delante.

Por eso, es imprescindible obtener esa perspectiva externa y tener contactos a quienes acudir, para que vean la casa desde el otro lado y nos permitan hacernos una imagen más completa de las situaciones.

Del mismo modo, muchas ventas y oportunidades dependerán de esos contactos.

Por eso es importante generarlos, nutrir la relación y tener una red lo más amplia y profunda posible.

10. Desconecta

Vuelvo a insistir, porque creo que no se comenta lo suficiente, porque nos han vendido demasiadas historias raras con esto de emprender.

La resistencia mental que tiene que tener un emprendedor en solitario es increíble.

La mayoría de veces tendrá que tomar decisiones muy difíciles a solas, no habrá nadie en quién apoyarse y toda la responsabilidad será suya.

Ese es mucho peso sobre los hombros.

¿Y cómo se consigue fuerza para soportar ese peso del día a día y la responsabilidad?

Descansando, teniendo una vida y desconectando del trabajo.

Como casi todo lo importante, es más fácil de decir que de hacer, pero emprender en solitario es una prueba de fuerza psicológica. Al igual que el músculo se genera durante el descanso después del ejercicio, el músculo mental y psicológico también se genera durante la desconexión.

El emprendedor solitario está acostumbrado a vivir de la adrenalina. Es fundamental para esos inevitables días en los que acabas demasiado tarde y, a lo mejor, también tienes que sacrificar la noche.

Pero aunque la adrenalina es un buen combustible a corto plazo, es terrible a largo y acabará con nosotros.

Ese enemigo es más poderoso que la mayor parte de nuestra competencia, así que debemos mantenerlo a raya.

Sé que he dejado el punto más difícil para el final, sé que la mayoría también lo subestima. Que entendemos la importancia de la desconexión, pero no la practicamos lo suficiente.

Sin embargo, emprender, en solitario o acompañado, es en gran parte un juego mental.

Los emprendedores en solitario somos malos desconectando. Por eso, lo mejor es hacer un esfuerzo activo por programar también nuestro ocio en el calendario.

Parece una propuesta extraña, pero según Jessica Stillman, es algo habitual en las personas de éxito.

Eso significa comprometer tiempo para:

  • Actividades de ocio que nos gusten: cine, música, visitar lugares, hacer escapadas…
  • Actividades sociales: con amigos que no sean del trabajo. Fundamental para la cordura del emprendedor por cuenta propia, que suele pasar una gran cantidad de horas solo.
  • Ejercicio: que es el tema que se suele esquivar, pero muchos emprendedores en solitario pasan largos ratos sentados, no comen bien y se mueven menos de lo que debería. Los beneficios psicológicos y físicos del ejercicio son tan grandes, que después de tantos años se siguen descubriendo nuevos.
  • Descanso y desconexión en casa: con actividades que nos relajen, como escuchar música, leer o, simplemente, dejar pasar el tiempo sin estar con el cerebro dividido y pensando en el trabajo.

Así que ahí están, 10 consejos sobre cómo emprender en solitario que pueden ahorrarnos muchos tropiezos.

Porque cada empresa es un mundo, pero muchos emprendedores viven una experiencia personal similar y, muchas veces, cegados por ese discurso maravilloso sobre emprender, no se habla de lo importante.

 


 

   FUENTE Y AGRADECIMIENTOS :      RECURSOS PARA PYMES

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