Una reciente investigación de Accenture revela que es muy probable que la capacitación de la fuerza laboral supere a la inflación como el principal desafío que puede obstaculizar el crecimiento económico de países enteros, y no sólo de las organizaciones que no inviertan en upskilling y reskilling. El futuro, y no sólo del trabajo, pende de la formación. Desde recursos humanos hay que deconstruir la estructura competencial actual de los puestos de trabajo e identificar el nuevo código de habilidades del talento, a la par que el propio talento ha de ser consciente de que su empleabilidad es también su responsabilidad.

 

Según se desprende del estudio, las organizaciones más avanzadas están invirtiendo en arquitecturas e infraestructuras de la fuerza laboral basadas en taxonomías de habilidades que les permitan disponer de un lenguaje de competencias común, dinámico y ágil de actualizar.

El viaje de Accenture para convertirse en una organización basada en habilidades” (skills-based organization) comenzó en 2016, diseñando lo que llamaron la columna vertebral del proyecto y que no es otra que la estructura de la taxonomía y la tecnología para gestionarla. “A partir de ahí, enhebramos habilidades en prácticas clave de talento y cambio de enfoque para activar el cambio y su adopción en la organización”, explican desde la consultora. Las habilidades debían de convertirse en una moneda clave en toda la organización, de tal manera que  proporcionaran “una mayor movilidad dentro y fuera de la empresa, optimización de la capacidad interna, una mejor adecuación de las personas a los proyectos y una mayor precisión de la inversión en todas las dimensiones de nuestra estrategia de talento”.

Si bien reconocen que no existe una hoja de ruta única para todo tipo de empresas, en su viaje Accenture ha identificado 5 indicadores clave que comparte a modo de benchmark:

  • Definir la visión y la estrategia:
    • ¿Cuál es el corto/mediano plazo de la hoja de ruta?
  • Alinearse con las opciones estratégicas que guiarán el viaje:
    • ¿Qué es lo más importante? ¿La velocidad? ¿la transparencia? ¿La defensa legal para decisiones de alto riesgo?
    • ¿Es necesaria la localización?
    • ¿Usaremos inteligencia artificial para la evaluación de habilidades? ¿Cómo lo haremos? ¿Cuáles serán los pros y los contras? ¿Cómo introduciremos los aspectos éticos?
  • Establecer la base de habilidades:
    • Modelos de datos, infraestructura, políticas, procesos y plataforma(s).
    • ¿Qué sistemas empresariales necesitamos integrar?
  • Deconstruir el trabajo en tareas, habilidades y modelos de colaboración:
    • Alineando y/o ajustando la arquitectura del talento.
    • Reestructurando la estrategia y las prácticas de talento operativo sobre esa base de habilidades, comenzando con la planificación y el aprendizaje de la fuerza laboral.
    • Reclutando primero y facilitando la movilidad interna después.
    • Finalizando con incluir el rendimiento y las recompensas dentro del nuevo modelo.

 

 


 

 

Fuente y agradecimientos:    en OBSERVATORIO RH  a través de Maite Sáenz

VER + EN:   https://www.observatoriorh.com/orh-posts/el-futuro-y-no-solo-del-trabajo-pende-de-la-formacion.html

 

Image by Stefan Keller from Pixabay


 

 

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