Revolución industrial y revolución digital, a diferencia de ellas mismas, ambas tienen en común una profunda transformación económica, social y tecnológica. La Primera Revolución Industrial concluyó entre 1820 y 1840, mientras que la revolución digital ya ha comenzado y no se sabe cuánto durará, pero lo que sí se sabe es que afectará especialmente a las relaciones laborales, provocando la desaparición de muchos trabajos, pero generando otros nuevos, como expertos en ciberseguridad, robótica y analítica de datos con Big Data.
La transformación digital supone la aplicación de tecnología digital en todos los aspectos de sociedad humana. Para todos aquellos aficionados al cine de ciencia ficción, la ficción de las películas se hace realidad. Así, de la misma manera que las fantasías de Julio Verne se convirtieron en reales, películas actuales de ciencia ficción nos muestran nuestro próximo futuro, con humanoides que no se diferencian de los seres humanos y aplicaciones omnipresentes como Google.
El control de las computadoras del mundo en el que vivimos ya es real, pero de momento precisan de humanos y están a su servicio, quizás algún día se vuelvan autónomas, tengan conciencia medioambiental y gobiernen mejor que los humanos para salvaguardar el mundo en el que vivimos.
En cualquier caso, lo que sí es cierto a día de hoy es que las empresas y los profesionales que no se adapten a la transformación digital tienen un futuro poco halagüeño.
Según el profesor de la UDIMA, Richard Mababu Mukiur, “la verdadera transformación digital empieza dentro de la empresa, con una transformación interna que implica a todos los empleados. Lo que muchos expertos denominan la cuarta revolución industrial requiere la re-definición o la adaptación de una organización o una empresa para poder ajustarse a los constantes progresos y avances de la tecnología digital en busca de una mejora de la gestión empresarial”.
La transformación digital implica una serie de desafíos para las relaciones laborales, tanto verticales, en lo que respecta a la cadena de mando, como horizontales en lo relativo a la colaboración entre compañeros de trabajo, siendo algunos de los desafíos más destacados que se pueden presentar los siguientes:
Valoración de puestos de trabajo
De la correcta valoración de los puestos de trabajo dependen dos elementos clave:
- La productividad.
- La motivación de los trabajadores.
La transformación digital facilita la movilidad de los trabajadores y el trabajo desde cualquier lugar, sin ser necesaria la presencia física de muchos trabajadores en un centro determinado de trabajo. Esta deslocalización de los trabajadores supone un esfuerzo extra para valorar sus puestos de trabajo, definir indicadores para medir su productividad y mantenerlos motivados.
Trabajar sin papel
El papel se resiste a desaparecer, es más, la facilidad para imprimir hace que todos los días se impriman copias que ese mismo día acaban en la papelera y que con suerte se reciclan. Sin embargo, su eliminación o reducción a la mínima expresión es una de las bases de la digitalización que afectará tanto a las empresas, organismos públicos, medicina, ciencia, etc. Los responsables de Recursos Humanos tienen que procurar minimizar la utilización del papel, fomentando su uso responsable.
Dar solución a la aparición de nuevos conflictos en el marco de las relaciones laborales
La transformación digital ha permitido la aparición de nuevas formas de organización del trabajo además de numerosos conflictos en el ámbito laboral por diferentes motivos, como por ejemplo: el control empresarial (geolocalización, controles de productividad, controles de presencia, etc.), el manejo de las TIC por las diferentes generaciones, el uso de las redes sociales en el trabajo, la protección de datos, etc.
Convivencia de los trabajadores con los robots
Cajeros de supermercados que ayudan a los clientes a utilizar cajas sin un cajero, empleados de gasolineras que conviven con surtidores automáticos de combustible que incluso ya realizan el cobro, empleados de bancos que orientan a los clientes sobre el uso de cajeros automáticos, ya no solo para sacar dinero, sino para la realización de otras muchas operaciones, la convivencia de los trabajadores con las máquinas y los robots supone un desafío para los departamentos de Recursos Humanos.
Utilización de las redes sociales en el trabajo
Facilitar el acceso de los trabajadores a las redes sociales puede tener múltiples ventajas si se hace un uso responsable de ellas por parte de los trabajadores, defendiendo, recomendando y promocionando a la empresa para la que trabaja. Sin embargo, los responsables de Recursos Humanos tienen que vigilar que los trabajadores de la empresa hacen un uso responsable ellas y que este uso reporta beneficios a la empresa.
Derecho a la desconexión tecnológica
Que un trabajador no acuda a un centro de trabajo para prestar sus servicios, no implica que tenga que estar conectado a las redes sociales de la empresa las 24 horas del día, ni que tenga que contestar emails a cualquier hora. Desde los departamentos de Recursos Humanos se tienen que facilitar fórmulas para facilitar la desconexión de los trabajadores.
Cambios en la formas de selección
Las formas de selección están cambiando, la selección pasiva, aquella en la que la empresa anunciaba un puesto de trabajo para que se anotaran las personas interesadas en muchos puestos de trabajo no funciona, dando lugar a una selección activa, en la que los reclutadores son los que contactan con posibles candidatos a través de redes sociales como Linkedin. Además existe una nueva variable a analizar en los procesos de selección: la huella digital que los posibles candidatos van dejando en la red.
Fomentar una cultura colectiva
Los empleados han de percibir que la transformación digital es un proceso irreversible apoyado por la dirección y que la empresa facilitará la adaptación a esta transformación a través de acciones de sensibilización, formación, intercambio de experiencias, análisis de casos, etc.
Desarrollar un liderazgo digital a través de la formación
La formación permite actualizar conocimientos y adquirir competencias, así como familiarizarse con los nuevos conceptos o terminología. Para vencer la resistencia al cambio, la transformación digital deberá apoyarse en los empleados más receptivos para convertirlos en líderes de la transformación digital.
El Grupo CEF.- UDIMA, conformado por el Centro de Estudios Financieros (CEF.-) y la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA), para facilitar el conocimiento de todo lo relativo a los aspectos laborales y fiscales de la transformación digital, ha elaborado el Curso Sobre Transformación Digital: Aspectos Fiscales y Laborales, un completo curso donde aprender todo lo necesario para liderar la transformación digital en los ámbitos laboral y fiscal.
AUTOR .
FUENTE: @ReLaboral