Tener un CV mal redactado o no cumplir con los requisitos de la oferta pueden ser motivos de descarte en un proceso de selección
«¿Por qué me descartan?». Esta es una pregunta que me plantean muchos candidatos y seguro que muchos de vosotros os lo habéis preguntado en alguna ocasión. Evidentemente, no existe una única respuesta y la lista de los posibles motivos es extensa:fallos en el CV, falta de adecuación al puesto, aplicación por parte de las empresas dedeterminados criterios más o menos justificables, etc.
No podemos olvidar, además, la elevadísima competencia del mercado de trabajo actual: hay muy pocos puestos para muchísimos candidatos y esto se traduce en una exigencia por parte de las empresas mucho más alta que la que nos podíamos encontrar hace unos años ya que éstas pueden elegir entre más candidatos.
Como es imposible en un artículo explicar todas y cada una de las posibles causas de descarte en un proceso de selección, voy a comentar únicamente unos aspectos en los que sí podemos actuar:
Esto daría para un artículo entero: Un CV excesivamente largo, un CV excesivamente corto, mala presentación, un CV que no incluya fechas, que no contenga información relevante, que el objetivo profesional no coincida con el del puesto, que incluya una foto inadecuada etc. ¡No olvidéis que no vais a tener ocasión de brillar en la entrevista si no os llaman para ésta y no os van a llamar si tenéis un mal CV! Repasadlo una y otra vez y que no os rechacen por haber cometido fallos evitables en la redacción del documento. Tenéis multitud de recursos disponibles para saber si vuestro CV está bien realizado.
Si crees que encajas en las vacantes pero no resultas seleccionado con demasiada frecuencia, pregúntate también si realmente cumples con el perfil de las ofertas en las que te estás inscribiendo: ¿tengo los años de experiencia que solicitan?, ¿el nivel de idiomas?, ¿la titulación exigida?, ¿mis últimos puestos de trabajo coinciden con el de las vacantes en las que me inscribo?
Puede ser que el problema esté en que te estás inscribiendo en puestos para los que no tienes la formación o la experiencia requerida: por mi experiencia, esta situación es muy habitual, ya que tendemos a pensar que con nuestra motivación y ganas podremos superar todos los obstáculos. Lamentablemente, hoy en día las ganas no son suficientes. Para ello, consulta con expertos en ese tipo de puestos en los que te estás inscribiendo para que te den su opinión sincera sobre tu adecuación al puesto.
¿Te pondrías el mismo traje para todas las ocasiones?, ¿por qué piensas entonces que un único CV te servirá para absolutamente cualquier tipo de puesto, empresa o sector? No hay que olvidar que los seleccionadores, cuando leen un CV, tienen en mente en todo momento los requisitos del puesto a cubrir y buscan, rastrean cada CV en búsqueda de aquellos puntos coincidentes con esos requisitos: cuantos más, mejor: formación, tecnología utilizada, idiomas, funciones desarrolladas, etc. Así de sencillo.
Debes reescribir, por tanto, tu CV en función de cada oferta o puesto, que éste coincida al máximo con los requerimientos que piden. En este sentido, no se trata de que inventes y pongas cosas que no has hecho, sino de que utilices palabras similares, destaques funciones o tecnologías que has utilizado o sectores en los que has trabajado (y que además se piden o coinciden con los de la oferta). De esta manera, tendremos más probabilidad de superar la fase de criba de CVs y pasar a la entrevista personal, que es de lo que se trata. ¡Ponte en la piel del seleccionador y pon en tu CV lo que está buscando!
Enhorabuena, has llegado a la entrevista. Pero lamentablemente, no es suficiente. ¿Qué es lo que inclina la balanza final entre candidatos finalistas cuando no hay prácticamente diferencias relevantes en cuanto a su capacidad para desempeñar el trabajo? En EEUU lo denominan Intelligent Enthusiasm o entusiasmo inteligente.
Con entusiasmo inteligente no me refiero únicamente a sonreír o mostrarte educado/a y a decir que eres capaz de hacer el trabajo, sino que se expresa por aspectos tales como por las preguntas que plantees sobre el puesto y/o la empresa, por el trabajo previo de estudio que hayas hecho sobre la empresa, por cómo te «vendes» y te esfuerzas en hacer ver que eres la persona adecuada para el puesto, etc.
Todo ello es sinónimo para la empresa de motivación y de compromiso profesional. Ponte en situación y piensa cómo actúas en las entrevistas: ¿qué mensaje estás transmitiendo?, ¿todo tu discurso se centra en la empresa, en su proyecto, en lo que necesitan y lo que tú puedes hacer por ellos? o, por el contrario, ¿hablas sobre tus necesidades o lo que estás buscando?
AUTORA: Seyna Gavilá Directora de Incorpora Selección de Personal @IncorporaRRHH
FUENTE : orientacion-laboral.infojobs.net
SI QUIERES SABER MÁS, MIRA ESTOS ENLACES
MAS INFORMACIÓN SOBRE LOS PROCESOS DE SELECCIÓN