El coronavirus se ha convertido en un aliado improbable para las zonas de la llamada España vaciada. Con la vuelta de muchos españoles a sus pueblos de origen, repasamos los pros y contras del teletrabajo en un entorno rural.
- El número de teletrabajadores se ha triplicado en un año por situación sanitaria, ofreciendo a los trabajadores mayor flexibilidad geográfica y horaria.
- El teletrabajo constituye una gran oportunidad para combatir la despoblación en las provincias y localidades de la España vaciada, pero también existen algunos inconvenientes.
El trabajo en remoto ha experimentado un auge espectacular en 2020. Actualmente, más de 3 millones de trabajadores se acogen a esta modalidad, frente a las 915.800 personas que lo hacían en 2019. Esto supone un incremento de más del triple, según un estudio de Randstad sobre la evolución del teletrabajo.
¡Comparte! El 16,2% de la población ocupada en España trabaja habitualmente desde casa.
Sin embargo, la posibilidad de teletrabajar no es igual en todas las regiones. Mientras que la Comunidad de Madrid (26,6%) y Cataluña (18,5%) encabezan la lista de más trabajadores a distancia, en La Rioja (10,9%), Murcia (10,6%) y Canarias (9,6%) el teletrabajo tiene menos acogida.
Las personas de entre 25 y 45 años son los que más teletrabajan (16,8%), mientras que los menores de 25 años (8,6%) son el segmento que menos puede desempeñar esta modalidad.
El teletrabajo en las grandes ciudades ofrece a miles de trabajadores la oportunidad de volver a sus segundas residencias en zonas rurales. De esta forma, huyen de los focos de mayor incidencia de la COVID-19 en busca de zonas más tranquilas y seguras.
Esta es una gran noticia para la España vaciada, que vuelve a atraer talento y la mirada de empresas e instituciones. Para muchas localidades, es el momento de impulsar innovación y combatir la despoblación, el gran enemigo de las zonas rurales durante años.
Estas son las cuatro principales ventajas del trabajo en remoto en un entorno rural.
1. Teletrabajo y repoblación
Desde 1975, la población española ha aumentado alrededor de un 36%, pero este crecimiento se ha dado de manera muy desigual. Mientras que Madrid crecía un 73%, otras regiones experimentaban un éxodo de la población hacia las principales capitales.
Esta huida del mundo rural es algo que seguimos viendo de manera habitual: un hijo que encuentra trabajo en Barcelona, un sobrino que se va a estudiar a Madrid… Las oportunidades formativas y laborales no son las mismas en unas y otras regiones del país. Pero esto podría cambiar con el teletrabajo y las clases online, si bien requiere el apoyo de instituciones y empresas.
La baja densidad poblacional de las zonas rurales es una preocupación compartida en toda Europa, por lo que la cooperación, la innovación y la planificación serán claves para revertir la situación.
¡Comparte! En provincias como Soria, la población se ha reducido en más de un 23% desde 1975, según datos del INE.
2. Inserción laboral
El teletrabajo, unido a la formación online, posibilita la inserción laboral de personas que, por su localización, no tenían acceso a determinados puestos de trabajo. Por ejemplo, una persona con discapacidad, o alguien que necesita cuidar de sus abuelos en el pueblo, vería ampliados sus horizontes laborales y formativos.
Esto supone una ventaja también para las empresas, que pueden buscar perfiles diferentes a los que se encuentran en las grandes urbes. No hay que olvidar que el desempleo es uno de los mayores problemas de las zonas rurales.
Talento internacional en entornos rurales
Además de fomentar la inserción laboral y atraer a nuevos habitantes de otras zonas de España, el teletrabajo permite atraer talento europeo al ámbito rural. Los programas de intercambio de prácticas laborales, por ejemplo, podrían verse renovados con la posibilidad de trabajar en entornos donde la naturaleza, la tranquilidad y la salud son los principales reclamos.
3. Emprendimiento rural
Es cierto que puedes emprender desde cualquier lugar, pero, a la hora de tratar con clientes, inversores o proveedores, las reuniones presenciales te obligaban a desplazarte. Por eso, muchos emprendedores optan por arrancar sus negocios en las grandes ciudades.
Pero, con el teletrabajo, las videoconferencias están a la orden del día y es más fácil evitar viajes innecesarios. Asimismo, se reducen los costes de mantenimiento de las instalaciones y la necesidad de salas de reuniones.
Con la situación sanitaria y económica, el auge de los espacios de coworking se ha parado en seco, provocando importantes pérdidas a las principales empresas del sector.
Trámites y ayudas
Por otra parte, hay que señalar que la Administración Electrónica se ha desarrollado notablemente en los últimos años, de manera que ahora es más sencillo emprender desde el pueblo.
La accesibilidad de las ayudas al emprendimiento y a los programas de desarrollo empresarial son un plus para las personas que quieran empezar un negocio teletrabajando desde el pueblo.
Hay decenas de programas que fomentan el crecimiento y el desarrollo empresarial en las zonas rurales. Por ejemplo, el programa StartUpVillage de la Comisión Europea busca atajar los problemas del desempleo, la despoblación y la migración, así como otros como el acceso a la educación, mediante la creación de ecosistemas empresariales.
¡Comparte! Según la encuesta “2020 United Nations E-Government Survey”, España es el decimoséptimo país con la mejor administración electrónica de todo el mundo.
4. Innovación y desarrollo
La innovación es un problema que va de la mano con los que hemos comentado anteriormente. La falta de trabajadores, emprendedores y empresas dificulta la I+D+i en las zonas rurales.
Sin embargo, en los últimos años ha ganado relevancia el término Smart Villages, la versión rural de las Smart Cities o ciudades inteligentes. Esta denominación hace referencia a las comunidades rurales donde se están implementando tecnologías innovadoras para mejorar su situación social, ambiental y económica.
Las innovaciones en el sector agroalimentario o en las energías renovables son capas de revitalizar los servicios rurales y de reactivar la economía de la España vaciada.
Por ejemplo, Molinaseca, una localidad leonesa de 800 habitantes, ha implementado un sistema de gestión de residuos inteligentes y otro de alumbrado inteligente, que permiten reducir la contaminación y el gasto energético.
Ya existen iniciativas, como el proyecto europeo Smart Rural 21, que promueve el desarrollo de estrategias inteligentes entre los pueblos de todo el continente, fomentando la colaboración y el intercambio de conocimientos.
El teletrabajo en el entorno rural también ofrece otras ventajas, como menos contaminación, un estilo de vida más asequible o el fomento del negocio local. Sin embargo, a pesar de sus múltiples beneficios, hay una importante desventaja a la hora de trabajar en remoto.
Baja conectividad: gran obstáculo del teletrabajo en el entorno rural
Quienes hayan teletrabajado desde un pueblo pequeño, seguramente lo sabrán: la conexión a internet es a menudo la principal desventaja.
Según el último informe de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales (2019), el 13,4% de la población rural no tiene acceso a una banda ancha superior a 30 megas.
En septiembre de este año, el secretario de Estado de Telecomunicaciones, Roberto Sánchez, reveló el Plan de Conectividad de Personas, Empresas y Territorios como parte de la estrategia España Digital 2025.
El Gobierno prevé que, para 2025, el 100% de los ciudadanos tengan acceso a una conexión de al menos 100 megas.
Este plan se suma a las subvenciones que otorgó a las operadoras privadas para el despliegue de fibra óptica y 4G en zonas rurales y de poca densidad poblacional. Con estas medidas, el gobierno prevé que la velocidad de 100 megas, la velocidad de la fibra óptica estará ya disponible para el 91% de la población española.
Asimismo, el nuevo Plan de Conectividad de Personas, Empresas y Territorios contempla iniciativas para mejorar la digitalización de las empresas y la atracción de inversiones en Europa.
Más allá de la conectividad, cabe señalar otros riesgos del teletrabajo en el entorno rural. Por un lado, el aislamiento puede ser incluso mayor que trabajando en una ciudad. Es importante cuidar los vínculos con los compañeros para mejorar tu rendimiento y tu satisfacción laboral.
Por otro lado, la conciliación familiar y laboral es muy positiva, pero existe el riesgo de que ambos ámbitos se mezclen en exceso y acaben perjudicando tu trabajo. Por eso, aunque teletrabajes en el pueblo, asegúrate de contar con un espacio privado que sirva de oficina, donde no haya distracciones.
En definitiva, puedes encontrar algunas desventajas si te decides a teletrabajar en el pueblo. Sin embargo, los beneficios que supone para la economía y la sociedad rural son tantos que solo pueden augurar grandes avances para la España vaciada.
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