España es, con un 18,6% de autónomos en zonas rurales, el tercer país de la Unión Europea con más emprendedores en municipios poco poblados; superando así en cinco puntos la media internacional. Europa ha exigido a todas las administraciones de la UE que fomenten y apoyen al autónomo rural. Éstas son sus pautas.

España es el tercer país de la Unión Europea con más autónomos en zonas rurales. Representan el 18,6% del total del colectivo. Así, nuestro país se sitúa por detrás de los Países Bajos, en el que hay un 22,8%, y Francia, con un 22% de autónomos en municipios poco poblados. La tendencia nacional, además, es al alza. Desde el año 2009, los profesionales que ejercen su actividad en estas zonas han aumentado en un 3,4%; según los datos de la última encuesta publicada por la oficina de estadísticas europeas (Eurostat), en la que se comparan datos de 16 países europeos sobre el número de trabajadores autónomos en zonas poco pobladas. Factores como el encarecimiento de la vivienda en zonas urbanas o las ayudas administrativas, como la tarifa plana extendida para autónomos en zonas rurales, han favorecido el incremento de profesionales en estos municipios.

España supera en cinco puntos la media de autónomos rurales de los países europeos (13,2%). Además de nuestro país sólo hay tres países que rebasan esta media: Reino Unido, con un 14,7%; Suecia, con un 15,8%; y Bélgica, con un 16,8%. Y es que, las zonas rurales de Europa se están vaciando. Esta transición presenta algunos retos a los que desde la UE se pretende hacer frente.

Desde la Unión Europea pretenden introducir el concepto de pueblo inteligente. Dicho término alude a aquellas comunidades que se niegan a esperar a que se produzca un cambio en ellas. Los pueblos inteligentes están compuestos por personas que viven en zonas rurales y que toman la iniciativa para explorar soluciones prácticas a los problemas a los que se enfrentan y sacar partido a las nuevas oportunidades. Según los datos europeos, miles de comunidades rurales se están sumando de diversas formas.

Estos pueblos están sacando provecho de las nuevas tecnologías digitales, «pero éstas son sólo algunas de las herramientas disponibles», señalaron desde la Unión Europea. Existen muchos ejemplos de innovación social en los servicios rurales, nuevos vínculos con las zonas urbanas que redundan en beneficio de todos, así como actividades que refuerzan el papel de estos municipios en la transición a una sociedad más ecológica, sana y solidaria. No obstante, la organización internacional advierte de que para crear un entorno propicio para los pueblos inteligentes, las políticas rurales tiene que evolucionar: «Ésta es la razón por la que los responsables de la elaboración de políticas y los promotores de proyectos a escala de la Unión Europea, nacional, regional y local están  estudiando nuevos planteamientos».

Potenciar los negocios rurales desde la Administración

Las zonas rurales, como lugares para el desarrollo empresarial, suelen presentar una serie de desventajas. Las más importantes  guardan relación con sus características geográficas, su población, sus infraestructuras y sus recursos. El relativo aislamiento de los mercados, la insuficiente demanda local y la falta de instalaciones -sobre todo fibra óptica- y servicios pueden limitar el potencial de crecimiento de la economía local en las zonas rurales. Sin embargo, las tendencias modernas están generando nuevas oportunidades para el desarrollo de estas zonas y la aparición de nuevos negocios rurales. Internet y otras tecnologías digitales brindan el potencial para superar la distancia geográfica y crear nuevos modelos de proximidad al conocimiento, de mercados y relaciones.

Factores impulsores de la transformación rural

Pese a que en cualquier zona rural la realidad del cambio dependerá de sus circunstancias y características propias, cabe identificar algunas tendencias fundamentales y una serie de presiones que están afectando a las zonas rurales europeas. Estas tendencias crean nuevas presiones y desafíos, pero también nuevas oportunidades de negocio. Indudablemente, habrá quien salga perdiendo con estos cambios, pero también quien salga ganando. Con independencia de las dificultades que surjan, uno de los principales retos para los responsables de la formulación de políticas de desarrollo rural y los profesionales que trabajan en este ámbito es maximizar las oportunidades emergentes:

1. Cambios tecnológicos: Existen numerosos casos de sustitución del trabajo manual por máquinas y procesos automatizados en las industrias basadas en la tierra. La evolución más reciente incluye la aparición de técnicas de ‘agricultura de precisión’. Estas tendencias ofrecen la posibilidad de aumentar la eficiencia y la productividad, pero pueden resultar muy perjudiciales para el empleo rural. A otro nivel, se observa una evolución de las tecnologías digitales que está transformando las posibilidades de la comunicación, la logística y el apoyo en las zonas rurales. Estas tecnologías brindan la posibilidad de superar la distancia geográfica entre los negocios rurales y sus mercados potenciales, pero también pueden alentar a los residentes rurales a eludir los establecimientos comerciales y los servicios locales. En otros casos, los avances tecnológicos en sectores emergentes —como las energías renovables y la biotecnología— están transformando las opciones disponibles para los agricultores, ganaderos y silvicultores.

2. Medio ambiente y cambio climático: Los negocios rurales pueden ofrecer importantes respuestas sociales en cuestiones como la garantía de la producción alimentaria futura, la mitigación del cambio climático, la reversión de la pérdida de hábitats y de biodiversidad, la gestión sostenible de recursos naturales, la mejora de la calidad del agua, el aire y los suelos o la producción de energía renovable. Estos negocios se enfrentan a nuevas responsabilidades y obligaciones de ejercer un efecto positivo sobre el medio ambiente. Sin embargo, estos retos medioambientales conllevan a su vez una serie de oportunidades, sobre todo en el ámbito de las economías verdes, las economías circulares y la bioeconomía.

3. Cambios demográficos: Las estructuras poblacionales de muchas zonas rurales se están viendo transformadas por varios procesos de cambio demográfico. El envejecimiento de la población, las migraciones entre zonas rurales y urbanas e internacionales son los principales factores que ejercen una influencia muy diversa según el lugar en el que se producen. En otros casos, sin embargo, las zonas rurales han experimentado una recuperación de la población gracias a familias jóvenes que aprovechan las nuevas oportunidades de trabajar o emprender en zonas rurales atractivas y accesibles.

4. Globalización y evolución de los mercados: La transformación de los patrones de consumo y la evolución de las preferencias de los consumidores están creando nuevos mercados y nuevas oportunidades para que los productores puedan añadir valor a su producción. Esto incluye una creciente demanda de alimentos locales, de alta calidad, únicos o producidos de manera más respetuosa con el medio ambiente y con el bienestar animal.

5. Cambios políticos La organización, las decisiones y las prioridades políticas pueden ejercer una honda repercusión en las zonas rurales y en su potencial de desarrollo. En muchos casos, la presencia o ausencia de una priorización explícita de las zonas rurales puede resultar determinante para que las políticas y programas lleguen realmente a estas zonas, o sigan concentrándose en los centros urbanos. Esto es importante, por ejemplo, los programas de apoyo a los negocios, la financiación destinada al desarrollo regional y el despliegue de infraestructura de banda ancha.

Cabe destacar que desde la Administración española, se han tenido en cuenta algunos de estos factores de cambio y ya se han tomado diversas medidas para impulsar los negocios locales y evitar la despoblación y el envejecimiento de la población de estas zonas. Iniciativas como líneas de financiación para jóvenes emprendedores que pongan en marcha un negocio en municipios de 10.000 habitantes, la tarifa plana extendida o los planes para potenciar el relevo generacional.

Acelerar la transformación de los negocios rurales

Desde la Unión Europea señalan que es preciso abandonar los modelos basados únicamente en intervenciones puntuales e introducir planteamientos que acompañen a los autónomos a lo largo de todo un itinerario de apoyo. En los últimos años ha surgido una serie de modelos en el sector agroalimentario, que tienden a tomar diferentes aspectos de los modelos de aceleradoras e incubadoras de empresas utilizados en las zonas urbanas para proporcionar un entorno estructurado en el que se orienta a los participantes y se les inspira para que tomen el control de su propia creatividad y de su negocio. Los planteamientos acertados, sin embargo, deben adaptarse a las necesidades específicas de los negocios y los emprendedores rurales, haciendo hincapié en la necesidad de flexibilidad y seguimiento. Dichos planteamientos revelan aspectos importantes que los programas de desarrollo rural deberían tener en cuenta a la hora de planificar y prestar su apoyo a las empresas rurales:

  • Fomentar la creatividad y el cambio desde la base: Esto implica una escucha atenta y una comprensión profunda de las realidades y limitaciones de cana negocio y municipio.
  • Enfoque por fases, apoyo personalizado a lo largo del tiempo: Puede incluir elementos específicos durante un período breve (por ejemplo, aceleradoras) y un seguimiento de los resultados y de la evolución de las necesidades.
  • Apoyo que realmente responda a las necesidades empresariales: Proporcionar una combinación de herramientas de apoyo, desde ideas de negocio hasta la identificación de fuentes de financiación. Énfasis en el aprendizaje del trabajo en internet y la producción conjunta con otras empresas.
  • Combinación de inversión pública, privada y social: Capital inicial para proyectos piloto de pequeña envergadura y para financiar los costes iniciales de funcionamiento, subvenciones flexibles o microcréditos, entre otros tipos de financiación.
  • Enfoque de aprendizaje con la práctica: El fracaso es parte del sistema y los participantes aprenden de los errores cometidos. El enfoque por etapas admite proyectos piloto.

Llegado este punto, cabe identificar los seis pasos del desarrollo en zonas rurales que propone la organización internacional:

1. Identificación de oportunidades y desafíos: Las ideas de negocio deben basarse en una identificación eficaz de las necesidades y oportunidades existentes en el sector.

2. Generación de ideas: Las medidas de apoyo a los autónomos pueden resultar muy útiles para inspirar a los emprendedores y ayudarles a generar ideas, en lugar de esperar a que conciban nuevas ideas por sí mismos.

3. Desarrollo de ideas: Normalmente, una idea inicial debe someterse a un proceso de puesta a punto con el fin de perfeccionarla y enfrentarla a críticas y retos constructivos.

4. Elaboración de planes de negocio: Una vez desarrollada, una idea debe transformarse en un plan de negocio plenamente elaborado, detallado y práctico.

5. Ensayos a pequeña escala: Antes de realizar una fuerte inversión, es recomendable poner a prueba una idea a pequeña escala con objeto de comprobar si funciona en la práctica, así como observar la respuesta del mercado.

6. Despliegue con éxito: Una vez que el proyecto se ha probado a pequeña escala, el negocio puede invertir con más confianza y atraer inversiones para desplegar la idea a mayor escala.

 

 


AUTOR: Pablo Escalona

FUENTE:  vía @diarioAyE

VER + EN:  https://www.autonomosyemprendedor.es/articulo/actualidad/europa-pide-gobiernos-apoyen-fomenten-emprendimiento-rural/20191023140332020872.html 


 

También puedes ver estos artículos que quizá sean de tu interés.

 

 

Si te ha gustado, puedes compartir en tus redes sociales. Gracias...!!!!