Saber comunicar en público es crucial para el éxito profesional y personal; sin embargo, no es tan fácil para algunas personas. Estos consejos les ayudarán si les cuesta transmitir sus ideas o proyectos en voz alta.
Comunicar no es leer en voz alta, hablar más alto que otros o hacerlo sin guion: significa saber transmitir, trasladar un mensaje del modo más eficaz posible. Pero no para todo el mundo es una tarea sencilla. Conseguirlo será más fácil si se tienen en cuenta las siguientes recomendaciones que propone Hotmart, la empresa enfocada a crear y vender contenidos digitales.
Combatir el estrés
Además de los nervios, pueden surgir imprevistos que aumenten la ansiedad a la hora de hablar bien en público. Para reducir este estrés es recomendable llegar antes al sitio de la presentación y pasear por el lugar en el que se va a pronunciar el discurso. Asimismo, hablar con el público antes del acto puede ayudar a sentirse como en casa al orador. Además, respirar hondo es una técnica sencilla pero muy efectiva que hará que el ritmo cardiaco se ralentice si la persona que va a hablar está muy alterada.
Practicar, practicar y practicar
Ensayar el discurso a solas o delante de alguien de confianza es aconsejable para reducir la inseguridad en el escenario. La práctica da confianza. Por eso, dedicar tiempo a preparar la información y repetir cada línea ayuda a ser mejor orador. Es importante sacar tiempo antes del evento para prepararse y, así, maximizar las posibilidades de éxito.
Manejar la voz
La entonación es un aspecto crucial en los discursos: hay que evitar que las frases declarativas suenen como preguntas o que la voz se escuche baja y áspera. El orador debe controlar el ritmo mediante la respiración para que el volumen y el tono sean los adecuados y el discurso sea interesante de seguir.
Sonreír y mantener el contacto visual
La sonrisa conecta con la audiencia y te relaja. Además, si sonríes al público probablemente ellos también sonreirán. En este sentido, es importante mantener el contacto visual, que debe ser de tres a cinco segundos por persona. Es aconsejable hacerlo así, ya que permite ver a los asistentes como individuos y no como un grupo y, lo más importante, ayuda a percibir si el discurso está interesando o no.
Utilizar la narración de historias
De nada sirven estos consejos sin un buen discurso. En este aspecto, se puede utilizar la narración para atrapar la atención del público; contar historias forma parte de nuestra naturaleza y es una forma sencilla de atrapar a los asistentes. Utilizar situaciones que te han ocurrido o que conoces como ejemplos para ilustrar el discurso es siempre un valor añadido.
Cuidado con la postura
La comunicación no verbal también es muy importante en un discurso y es uno de los factores que más influyen en la confianza que se transmite al público. El cuerpo dice mucho de lo que siente el orador. Dependiendo de lo que se quiera decir, adoptar el lenguaje corporal adecuado puede marcar la diferencia en los objetivos. En general, lo ideal es mantener el cuerpo erguido, prestar atención a los gestos y articular las palabras con calma y autoridad.
Fuente y agradecimientos: en Educación 3.0
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Imagen de mohamed Hassan en Pixabay
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