El mercado de trabajo ha evolucionado mucho en los últimos años, aunque muchas empresas (de sectores punteros) han crecido y aumentado el número de profesionales que forman parte de sus plantillas, también el mercado se ha atomizado, haciendo que una nueva capa de personas en modo freelance o individual ofrezcan sus servicios a clientes particulares y empresas. Cada vez son más las personas que emprenden, y por este motivo hoy quería escribir sobre algunos consejos para ser freelance o autónomo que tiene una micro-empresa.
Si eres freelance, autónomo o tienes una micro empresa, en primer lugar: ¡Enhorabuena! has sido valiente para dar el paso y estás iniciando una andadura profesional de forma autónoma en la que tus esfuerzos (si van en la dirección correcta), serán recompensados. Ser freelance no es apto para cualquier persona, requiere de capacidades especiales y de una actitud o mentalidad empresarial que no todo el mundo desarrolla.
No obstante, tienes que conseguir evitar algunos errores que hacen que muchos freelance no tengan éxito, y su andadura por el mercado solo se limite a unos años, no a una proyección a largo plazo.
Después de algunos años comprobando qué hacen algunas personas bien y qué hacen otras no tan correctamente, me gustaría ofrecerte estos consejos:
1. Freelance no significa cutre
Uno de los factores que hacen que muchos profesionales freelance no se ganen bien la vida es que no consiguen crear valor alrededor de su marca (bien sea personal o la de su empresa). Desde un diseño de logotipo que no transmite valor, hasta una propuesta mal maquetada o una forma de vender en la que parece que se esté pidiendo limosna en lugar de ofrecer servicios profesionales de alta calidad, son muchos los factores que hacen que tu cliente potencial acabe aprovechándose de la situación o no contratándote. No te conviene.
Tu papel es crear valor, es decir, aumentar las expectativas del cliente y mejorar el servicio final que este recibe.
2. Precio freelance no es precio bajo.
Un error muy común de los freelance o autónomos es cuando fijan los precios de sus productos o servicios. No lo hacen pensando en “Cuánto estará el mercado dispuesto a pagar por esto”, sino pensando en “¿Cuánto necesito a final de mes?”. De esa manera caen en un error muy común, sus ingresos serán muy bajos.
Si como profesional freelance piensas de ese modo, acabarás teniendo tarifas demasiado bajas que harán que siempre estés rozando la ruína con la mano. Piensa en una estrategia de value pricing, es decir de ofrecer un producto o servicio genial al precio de mercado o si puedes (porque lo vales) todavía superior.
3. Produce y busca trabajo de forma metódica
Otro de los errores más comunes en este colectivo profesional es que suelen ir por olas de trabajo, pero cuando se baja la ola… se quedan casi, casi sin agua. Para un freelance producir y llegar a tiempo a los proyectos comprometidos con sus clientes es necesario, pero nunca hay que olvidarse de vender.
Por este motivo, vender, es algo que se debe realizar de forma metódica, incluso en picos de producción. Si aplicas cierto método a la venta, todo funciona mejor. Aquí te explico más.
4. Diferénciate
Si como freelance o autónomo, ofreces más de lo mismo, el mercado tenderá a “comoditizar” tus servicios. Serás algo así como un kilo de azúcar, de patatas o de arroz, poca diferenciación…
No obstante, si buscas especializarte, ser el mejor, el más reputado, el más conocido, con mejor servicio… entonces el mercado te reconocerá como un experto visible, y tus tarifas podrán aumentar.
5. Crecer o morir
Ser freelance no significa quedarte siempre en el mismo nivel de producción o ingresos, tienes que aspirar a crecer y a ser mejor todavía.
Puedes crecer en facturación sin crecer en equipo. Puedes crecer en equipo también. Pero crece.
Hay una ley natural e inmutable: lo que no crece, decrece. Si crees que lo que has conseguido hasta hoy va a seguir hasta el infinito, estás equivocado. Lo que tienes ahora tiende a ir a menos, a destruirse, a ser canibalizado por el mercado. Así que busca siempre, siempre, siempre: crecer.
6. Delega todo lo que no aporte lo máximo
Ser buen freelance no quiere decir “sé hacerlo todo” o “debo hacerlo todo”. En la delegación de funciones reside la clave del éxito. Subcontratar a otros para que hagan lo que menos valor aporta es una estrategia ganadora, sin eso acabarás sin energía para ponerte con lo que de verdad importa.
¿Qué es más importante que la declaración del IVA salga bien o que vendas a nuevos clientes? Sin duda lo segundo, delega la declaración del IVA en un buen gestor administrativo y ocúpate de vender. Así con otras tantas cosas que muchas veces los profesionales freelance acaban haciendo.
Piensa ¿si este tiempo lo dedicara a vender, cuánto podría conseguir? y deja de hacer todo lo que no aporta valor. Subcontrátalo o delégalo.
7. Crea un colchón económico
Un colchón económico profesional (aparte de uno personal, que siempre tendríamos que tener), te dará mucha tranquilidad y evitará que caigas en modo “pánico” cuando el horizonte de facturación es muy escaso.
Normalmente cuando se avecinan meses malos, muchos freelance acaban contratando trabajos por muy poco precio. Se les percibe en el rostro que tienen miedo y acaban por bajar sus honorarios o por transmitir inseguridad y no siendo contratados.
La clave es crear, además de tu cuenta corriente de freelance, una cuenta de ahorro en la que al menos exista liquidez para poder estar entre nueve meses y un año sin ingresos. Si además consigues invertir bien esos fondos, podrás sacarle una rentabilidad muy interesante.
8. Diversifica clientes
Muchos freelance acaban al amparo de un principal cliente que supone más de un 50% de su facturación. Esto es un peligro de dimensiones colosales. Tu relación laboral con ese cliente no está garantizada bajo ningún concepto, y el día que acabe por dejar de contratarte entrarás en pánico.
Busca que tu facturación no dependa nunca de más del 10% de un sólo cliente. Lo ideal es que tengas tantos clientes que si uno deja de comprarte puedas decirle adiós sin dejar caer una lágrima.
9. Crea múltiples fuentes de ingresos
Diversificar tus productos o servicios te asegura multiples fuentes de ingresos. Cuando sólo haces una cosa corres el riesgo de que deje de producir.
Cuando sólo tienes una gallina de los huevos de oro, esta puede caer enferma, te la pueden robar o copiar… Empieza con las estrategias de fecundación de tu gallina y busca crear un corral entero.
Innovar en los productos que ofreces, ofrecer distintos tipos de soluciones, y crear un abanico de ingresos diversificado asegura que puedas con el tiempo tener más seguridad y recurrencia de ingresos sustanciales.
10. Formate más
Por último, tómate en serio tu formación e invierte una cantidad de tus beneficios anuales en formarte y ser mejor. ¿Cuánto? un 10% de lo que ganas tendría que ir dedicado a formarte cada año.
Si no te formas, acabarás por estar cerca de la línea de la mediocridad, no te diferenciarás, ni serás tendencia. Realiza cada año tu plan de formación teniendo en cuenta que habrá unos días que dedicar a ello y unos recusos económicos.
No se te ocurra ver la formación como un gasto. Si eres de ese tipo de personas que no son capaces de ver el valor de crecer, aprender y formarte, difícilmente podrás disfrutar y prosperar.
FUENTE: CESAR PIQUERAS . vía @cesarpiqueras
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