La palabra riesgo y emprendimiento podrían intercambiarse. Hoy más que nunca, mucha gente no tiene más remedio que convertirse en emprendedor y buscarse un autoempleo o crear una empresa.

Existe la opinión generalizada de que los emprendedores serán la solución a la grave situación económica por la que atraviesa nuestro país. Las empresas y negocios que se crearán impulsarán nuestra economía. Pero, ¿conoce de antemano a que se va a enfrentar durante los 2-3 próximos años?

En los inicios, los emprendedores constantemente se van a realizar las siguientes preguntas, tratando de darles respuesta alejando los miedos y riesgos asociados:

¿MI PRODUCTO O SERVICIO, REALMENTE RESUELVE UNA NECESIDAD REAL DE LOS CLIENTES?

Mucha gente piensa que tienen un gran producto o servicio pero se olvidan de ponerse en la perspectiva del cliente. Antes de empezar a desarrollarlo, tienen que preguntarles si realmente van a querer el producto o servicio, si no, será demasiado tarde y habrán malgastado una gran cantidad de tiempo y dinero.

¿EL PLAN DE NEGOCIO ESTÁ BIEN ELABORADO?

El plan de negocio no son solo números; su verdadero sentido es obligar al emprendedor a reflexionar en profundidad sobre su proyecto y tener en cuenta una gran cantidad de variables que influirán en el éxito o fracaso del proyecto.

¿EL EQUIPO COMPARTIRÁ MI VISIÓN Y PASIÓN CAMINANDO EN LA MISMA DIRECCIÓN?

Si consiguen encontrar socios co-fundadores, ¿tendrán los mismos valores? ¿Estarán todos dispuestos a asumir los riesgos y en qué proporción? Un buen pacto de socios puede solucionar un montón de problemas que seguro que van a presentarse en un futuro próximo.

¿ME QUEDARÉ PRONTO SIN DINERO?

Esta última pregunta es la que más eleva el riesgo a emprender. El acceso a la financiación cada vez es más complicado, más cuando te exigen que avales personalmente.

Pero existen otros miedos, riesgos y peligros que no están asociados directamente con el negocio pero que pueden asestarle un susto no esperado. Por ejemplo, un buen seguro médico que incluya una indemnización por hospitalización puede proteger al emprendedor durante el periodo en el que no va a poder liderar su negocio. Un buen ejemplo es el nuevo producto Sanitas Profesionales dirigido exclusivamente a Autónomos y con una prima muy asequible (37€ sin copagos) con asistencia sanitaria completa y coberturas específicas para esos momentos imprevistos como la Indemnización por hospitalización que ya hemos mencionado y accidentes de tráfico y laborales; de esta manera puedes estar más tranquilo y preocuparte por lo que más importa: tu negocio.

Sin asumir riesgos no se puede innovar y lograr el éxito. Constantemente el emprendedor va a vivir en una montaña rusa y tendrá que estar dispuesto a ponerse diferentes sombreros. Tiene que estar preparado para cualquier contratiempo.

Conoce los principales riesgos a los que se enfrenta un emprendedor

A pesar del crecimiento en el número de emprendedores a nivel global, la realidad que esto conllevo es que también existen un cada vez mayor número de fracasos, en la gran mayoría de casos debido a la falta de rentabilidad. Uno de los principales objetivos de cualquier startup es la de alcanzar la rentabilidad. Sin embargo, este es un camino que no está exento de riesgos.

Tal y como explican los expertos, emprender supone asumir riesgos desde el primer momento. Invertir recursos económicos es un proyecto que muchos llevan a cabo, pero no saben si realmente funcionará. La gran mayoría de startups actuales afrontan un gran número de retos financieros, legales y operacionales en el desempeño de su actividad.

Los principales riesgos a los que se enfrentan los emprendedores

Riesgos operacionales

En la fase de introducción, las startups lanzan un producto que es mínimamente viable, el cual se testea de forma rápida en el mercado entre el público objetivo. Durante esta etapa se mide cuál es la aceptación y potencial viabilidad del modelo de negocio. Una vez comprobado el desarrollo operacional, los emprendedores deben construir y medir los resultados para mejorar el producto. Por supuesto, existen una serie de riesgos operacionales.

Falta de liquidez

Uno de los riesgos que más temen los emprendedores es la falta de liquidez debido al impago por parte de los clientes. En el peor de los casos, el impago puede suponer la entrada en un círculo vicioso que haga peligrar la estructura de la propia empresa. Y es que, no tener el flujo de caja suficiente hace que sea imposible hacer frente a las necesidades que conlleva el negocio.

Riesgo de mercado

Poner en marcha cualquier negocio es complicado. Por lo general, el proceso de adaptación al mercado es largo y, en muchos casos, tedioso. En el camino pueden surgir numerosos problemas, como el de no alcanzar el suficiente público objetivo, o que la competencia consiga hacer frente al negocio con un cambio drástico en los productos y precios. 

Riesgo legal

Los aspectos legales son un campo esencial en el camino del emprendimiento. La protección de datos de los usuarios es fundamental a la hora de poner en marcha un determinado negocio. También es importante el pacto que realizan los socios para repartir las acciones y constituir la sociedad. La ley es esencial para asegurar cómo se hará el reparto de dividendos o la salud a de socios si cesa la sociedad.

 


FUENTES: EUREKA-EXPERTS Y BUSCAR EMPLEO


 

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